viernes, 28 de marzo de 2014



El Modelo Volkswagen conocido como Fusca fue construido en 1936 en Alemania a pedido de Adolf Hitler, que quería un auto bueno y económico para su pueblo. Desde mediados de este año en Uruguay existe la Fuscomanía, un club de fanáticos de este modelo que intercambia información para mejorar sus vehículos.
( Cabe aclarar que yo creadora de este blog, no tengo uno , pero sueño con uno blanco desde hace al menos 30 años y no desisto de llegar a tenerlo algún día). Tratare de incluir en este blog toda la info que pueda sobre estos autos
El  club fue creado por Rodolfo Herrero, un uruguayo de 22 años estudiante de administración de empresas, amante de los fierros y enamorado del Volkswagen escarabajo, al que inmediatamente se le sumó un grupo de amigos y seguidores.
La edad de los seguidores de los fuscas oscila entre los 17 y más de 70 años y si bien se registran algunas pocas mujeres, en la práctica no se conoce ninguna que participe activamente. Los socios veteranos son más tradicionales en sus gustos y prefieren los colores de origen e intentan llevar su vehículo al modelo alemán auténtico. Los más jovenes intentan revolucionar ese estilo y los transforman en deportivos con colores estridentes como violetas y rojos metalizados. Se calcula que para tener un Fusca reciclado descapotable se necesitan cerca de doce mil dólares pero con cinco se consigue un ejemplar tradicional y se lo modifica dejándolo a nuevo.
En Uruguay no existen publicaciones sobre estos autos pero se puede acceder a algunas revistas de Brasil y México y también se crean contactos con fanáticos de otros países para intercambiar fotografías y artículos sobre el tema.

Se estima que en Montevideo hay unos 4.000 Fuscas en circulación. El ejemplar más antiguo que se vio en la capital es un un modelo alemán del 52, color blanco.

Para sus hinchas cuenta con varias ventajas en relación a otros autos.

Aseguran que es el auto más barato que existe, ya que con U$S 2.500 puede encontrarse uno en estado más o menos bueno. Los repuestos son los más económicos, es un vehículo duro, tiene formas graciosas, con la particularidad de dejar librada a la imaginación y a la creatividad de su dueño para poder transformarlo y darle su toque personal.

La Asociación Uuguaya del Volante también tiene al “superescarabajo” como una de las categorías de sus competencias. Los dueños se entrenan con modelos exóticos, reciclados, pintados de varios colores que respetando un reglamento especial de 15 artículos que contempla el peso, carrocería mecánica, suspensión entre otros elementos técnicos, pueden participar de las carreras mensuales en el autódromo de El Pinar.




Hitler lo mandó construir

Los primeros autos de este tipo nacieron en 1936 unos pocos años antes de la Segunda Guerra Mundial, a instancias de Adolfo Hitler, que mandó inventar un modelo económico y fuerte para el pueblo alemán pero la producción se detuvo y se reanudó a finales de la guerra, cuando se empezaron a fabricar automóviles civiles.

En 1945 comienza definitivamente la historia del Fusca. En agosto de 1950 se celebró en Alemania la fabricación del número un millón. Desde esa fecha hasta hoy se cree que se han fabricado más de 22 millones de ejemplares en el mundo. Hubo varios países que se sumaron a la fabricación: Brasil, Venezuela, Nigeria, Filipinas y México.

Los primeros en circulación eran en su mayoría de color blanco, negro, rojo y una combinación de negro y marfil. Las ventanas delanteras venían sin ventilete, con vidrio entero, y las traseras con una división en el centro que si bien dificultaba la visión le daba un sello original.

En Uruguay llegan a mediados del cincuenta, con poca repercusión de venta, hasta que a partir del 60 las ventas subieron y el famoso Fusca se convirtió en el auto más popular de la época. El modelo alemán tenía un motor con cilindrada 1.500 y vidrios más pequeños y el estilo más elegante que se ha conocido.

El modelo fabricado en Brasil también existía en el mercado, tenía motor 1.600 y terminaciones de menor calidad. Si bien en Uruguay nunca se fabricaron estos autos, en un breve período entre el 60 y 70 se armó la carrocería en una planta ubicada en Nueva Palmira, pero la parte mecánica venía de Brasil.

El Volkswagen tiene caja de cambio de cuatro velocidades y sus detractores dicen que gasta demasiado combustible, ya que tiene un motor muy grande para la masa que desplaza, que la tecnología es antigua, el interior es incómodo y tiene poca visibilidad para el conductor.

Algunos modelos, como los fabricados entre 1976 y 1979, tienen dos carburadores y se consideran los más económicos, al recorrer 12 kilómetros por litro de combustible. Hasta la década del 80 existía el modelo 1.300, de un carburador, que todavía son más económicos que los anteriores. Formalmente se sabe que los antiguos y tradicionales Fuscas se dejaron de fabricar en el mundo en 1987, pero existen algunos ejemplares posteriores y el último conocido llega a 1990. Volkswagen mejoró el modelo y lanzó hace un par de años al mercado el nuevo Fusca. *

Ademas es el auto de nuestro presidente